En este año se cumple el centenario de la Revolución Rusa el cual se
enfocara en la toma del poder por los Bolcheviques en el mes de
Noviembre del 1917. La histórica rivalidad entre las potencias
Occidentales y el primer tal llamado estado “Comunista” ha sido
presentado como una lucha entre la ‘Democracia Liberal’ de
Occidental versus el ‘Comunismo totalitario Soviético’.
Muchos creyeron que con la caída del tal llamado ‘Comunismo se daría
paso a una nueva era de paz mundial. Sin embargo, a pesar de la
llegada de la democracia representativa en Rusia al estilo de
Occidente, las relaciones entre Rusia y Occidente parecen estar
descendiendo a una nueva ‘Guerra Fría’.
A pesar de lo que reclamaron sus dirigentes, la Unión Soviética nunca
fue un estado ‘Comunista’, debido a que el verdadero comunismo (o
socialismo, dos expresiones que significan lo mismo) implicaría la
abolición del estado. y el establecimiento a nivel mundial de una
sociedad sin clases, sin sistema monetario, donde los medios de
producción serian poseídos de una manera común por la clase
trabajadora
Esto no fue claramente el caso en Rusia, donde el estado era
propietario de los medios de vida, y era el patrono de los
trabajadores asalariados. En el momento que se efectuó la revolución,
las condiciones soci0 económicas en Rusia no eran maduras. ni aptas
para el establecimiento del socialismo, lo que predominaba era una
economía agraria basada en el trabajo del campesinado. También la
clase obrera en Rusia y en otros lugares en el mundo no tenían la
conciencia política necesaria para establecer el socialismo.
Por lo tanto, basado en estas condiciones, solo podría haber
surgido una forma de capitalismo, o más bien, lo que es conocido
como capitalismo de estado
Como en cualquier otro país capitalista, la Unión Soviética necesitaba
competir en el mercado mundial, para asegurar rutas y fuentes de
materia primas. Esto condujo inevitablemente a la rivalidad con otras
potencias capitalistas tales como Francia y Gran Bretaña. Muchos
gobiernos y su clase dominante en Occidente estaban atemorizados por
el bolchevismo, y temían que sus ideas se podrían extender entre sus
trabajadores, especialmente dentro del contexto de los disturbios
sociales y políticos que estallaron en estos países después de la
Primera Guerra Mundial
La clase dominante de estos países también temían que el Bolchevismo
podría inspirar los crecientes movimientos de independencia en sus
colonias de ultramar. Sin embargo, los estados nacionales no van a la
guerra para mantener un sistema de creencias, lo hacen para avanzar
sus intereses materiales. Gran Bretaña y Francia apoyaron a los
Guardias Blancos durante la Guerra Civil en Rusia para evitar que los
Bolcheviques no dejaran de pagar los prestamos foráneos que habían
otorgados a Rusia
Después de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos de Norte
América, y la Unión Soviética surgieron como las principales
potencias mundiales, las cuales compiten por el control de los
recursos y rutas comerciales. Esto conllevó a una rivalidad militar,
que llegó a ser conocida como la Guerra Fría, y dio lugar a la Crisis
de los misiles en Cuba. Cuando la Unión Soviética se desplomo a
principios de los noventa, muchos creyeron que la Guerra Fría había
terminado. En la nueva Rusia, los burócratas del fenecido estado
Soviético se enriquecieron a través de las empresas del estado
Sin embargo, Rusia ha crecido más fuerte y está intentando reafirmarse
a nivel mundial, y recuperar sus esferas de influencia en Europa
oriental, y Medio Oriente. Esto la ha llevado a una guerra contra
Georgia y más recientemente a la anexión de Crimea, y apoyar a las
fuerzas militares del gobierno de Siria.
Al expandir su influencia, Rusia desafía la dominación de las
potencias occidentales, y estos han respondido ampliando y desplegando
las tropas de la OTAN alrededor de Rusia instalando bases militares.
Esta vez, sin embargo, la pretensión de que la lucha es ideológica se
ha caído.
puede ser visto como lo que siempre fue: económica y geopolítica